Son muchas y buenas las alusiones que recibe José de la Vega de escritores contemporáneos. Las poesias que, en su elogio, publican amigos suyos en el libro Rumbos Peligrosos, en 1683, así lo muestran.
Miguel de Barrios escribe este soneto en el que le llama Colón, Gongora, Cicerón de la lengua castellana:
Miguel de Barrios escribe este soneto en el que le llama Colón, Gongora, Cicerón de la lengua castellana:
" Divides como Apeles en tu esfera la línea más sutil, y cortesana, por dar a los Retratos, forma urbana y Confusión, al que imitarte espera. Colón de la científica carrera descubres Indias de agudeza Hispana Góngora de la prosa Castellana y Cicerón de la elegancia Ibera. Los de Pindo torrentes armoniosos a ti o GRAN VEGA, llegan despeñados por empeñarte en tu dolor, rumbosos: Tras su corriente, vamos arrojados, yo por empeños siempre Peligrosos, y tú por Rumbos siempre laureados.
Baltasar de Orobio, uno de los judíos más importantes de la época, fue médico, Profesor y consejero del rey de Francia; escribó en Fineza de la Amistad y Triunfo de la inocencia, el siguiente elogio:
"Tales son las leyes de esta Naturaleza, que no admiten excepción sin alguna especie de prodigio, que no se observa en muchos siglos, y nosotros con suma felicidad, lo experimentamos en el nuestro; en el Señor Don Josseph de la Vega: cuyo raro entendimiento excediendo las leyes de la naturaleza, tocando apenas los primeros años de la adolescencia no solo dió admirables esperanzas; sino también sazonados frutos de su ingenio: entendió con tanta perfección en la niñez, que fue admiración y envidia, a los más advertidos. No podía contar tres lustros, cuando en actos públicos, y académicos congresos, ostentó en propios discursos lo más exacto de la oratoria, la retórica más apurada, los mayores quilates de la elocuencia, y lo fecundo de la hermosa erudición".
textos recogidos del libro de Torrente Fortuño.
Baltasar de Orobio, uno de los judíos más importantes de la época, fue médico, Profesor y consejero del rey de Francia; escribó en Fineza de la Amistad y Triunfo de la inocencia, el siguiente elogio:
"Tales son las leyes de esta Naturaleza, que no admiten excepción sin alguna especie de prodigio, que no se observa en muchos siglos, y nosotros con suma felicidad, lo experimentamos en el nuestro; en el Señor Don Josseph de la Vega: cuyo raro entendimiento excediendo las leyes de la naturaleza, tocando apenas los primeros años de la adolescencia no solo dió admirables esperanzas; sino también sazonados frutos de su ingenio: entendió con tanta perfección en la niñez, que fue admiración y envidia, a los más advertidos. No podía contar tres lustros, cuando en actos públicos, y académicos congresos, ostentó en propios discursos lo más exacto de la oratoria, la retórica más apurada, los mayores quilates de la elocuencia, y lo fecundo de la hermosa erudición".
textos recogidos del libro de Torrente Fortuño.
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